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Inversión Extranjera Directa en Oaxaca

Inversión Extranjera Directa en Oaxaca

Durante las últimas dos décadas, la Inversión Extranjera Directa (IED) en Oaxaca ha enfrentado diversos retos y oportunidades, reflejo de las condiciones económicas globales y locales. Aunque tradicionalmente Oaxaca no ha sido un destino prioritario para la inversión internacional, recientes esfuerzos estratégicos como el Corredor Interoceánico del Istmo de  Tehuantepec (CIIT) apuntan a un cambio sustancial. Este artículo analiza la evolución de la IED en la región, los sectores clave involucrados y las proyecciones que podrían transformar el  perfil económico del estado. 

Evolución de la IED en Oaxaca (2003–2024). 
La trayectoria de la IED en Oaxaca muestra una marcada volatilidad. En 2022, se captaron 158  millones de dólares, cifra que cayó a 53.2 millones en 2023. Sin embargo, para 2024 se observa  una ligera recuperación, con 63.5 millones de dólares, lo que indica una estabilización que  podría consolidarse en el mediano plazo. 

Composición de la IED en 2024.
La estructura de la inversión revela elnivel de confianza empresarial en Oaxaca:

  • Cuentas entre compañías: 44.7 MDD 
  • Reinversiónde utilidades: 24.9 MDD 
  • Nuevasinversiones: 21.4 MDD 

    Estos datos muestran que las empresas establecidas mantienen interés en el estado, pero también sugieren la necesidad de incentivarla llegada de nuevos capitales. 

    Sectores Receptores.
    En 2024, los sectores más dinámicos fueron:
  • Industrias manufactureras (36.1% de la IED total)
  • Servicios de alojamiento y alimentos(13.7%)


Esta distribución evidencia la importancia de la industria y el turismo como motores de atracción de capital extranjero.

Países Inversores.

  • Canadá (19.7 MDD) 
  • España (19.3 MDD)
  • Estados Unidos (4.9MDD)


Lideran el origen de la inversión, reflejando una diversificación geográfica que brinda mayor estabilidad frente a riesgos externos.

Factores que explican la caída de la IED en Oaxaca.

  1. Desaceleración económica local: En 2023, Oaxaca experimentó una desaceleración  en su crecimiento económico, especialmente en el sector secundario, debido a la  conclusión de grandes obras federales como el Corredor Interoceánico y el Tren Transístmico. Estas obras habían impulsado artificialmente el crecimiento en años  anteriores, y su finalización redujo significativamente la actividad económica en la  región.  
  2. Baja competitividad estructural: Oaxaca ocupa el último lugar en el Índice de  Competitividad Estatal 2024 del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO),  mostrando debilidades en áreas clave como innovación, infraestructura, mercado laboral y sistema político. Esta falta de competitividad limita la capacidad del estado  para atraer y retener inversiones extranjeras.
  3. Falta de impulso al nearshoring: A pesar del auge del nearshoring en México, Oaxaca  no ha logrado capitalizar esta tendencia debido a condiciones estructurales que reducen su competitividad, como la falta de infraestructura adecuada y servicios básicos necesarios para atraer inversiones relacionadas con la relocalización de cadenas productivas.
  4. Factores nacionales y globales: A nivel nacional, la IED en México cayó un 23% en 2023, influenciada por una disminución en los aportes de capital y factores globales como altas tasas de interés y conflictos geopolíticos. Esta tendencia general también afectó a Oaxaca, exacerbando la caída en la inversión extranjera en el estado.


La notable caída de la Inversión Extranjera Directa (IED) en Oaxaca entre 2022 y 2023,  pasando de 158 millones de dólares a 53.2 millones, se debe a una combinación de  factores estructurales y coyunturales que afectan tanto al estado como al país en general.

La IED en Oaxaca aún se encuentra en una etapa de consolidación, pero con claras señales de  crecimiento gracias a proyectos como el CIIT. Este megaproyecto de infraestructura y  desarrollo regional puede transformar a Oaxaca en un punto estratégico para el comercio  internacional, especialmente con su conexión logística entre océanos. El futuro dependerá de  la capacidad del estado para generar condiciones atractivas a largo plazo: seguridad jurídica,  incentivos, capital humano y conectividad efectiva.

Referencias.